lunes, 1 de noviembre de 2010

REFLEXOLOGÍA


La Reflexología Podal es una terapia complementaria y holística que se basa en la idea que en una parte del cuerpo (Microcosmos) podemos encontrar todo el cuerpo (Macrocosmos). Aplicado a la Reflexología Podal significa que en las plantas de los pies vemos el reflejo de todo el resto del cuerpo. De tal forma podemos, al masajear las diferentes zonas en la planta del pie, tratar las dolencias y enfermedades de los órganos. El fin de este tratamiento es activar las defensas propias del cuerpo para fomentar una autocuración del organismo.

Fundamentos de la Reflexologia Podal:
En nuestro cuerpo el sistema nervioso es el responsable de transmitir estímulos externos al celebro y desde allí otra vez a los músculos y órganos internos. Con la reflexología estimulamos las terminaciones nerviosas en la planta del pie mediante masaje con las manos. A continuación son estos circuitos nerviosos lo que transmiten el estimulo externo al órgano interno correspondiente. Si un órgano pierde su equilibrio funcional, empieza a depositar pequeños cristales de ácido úrico en los capilares sanguíneos de la zona del reflejo correspondiente. Por esta razón al masajear la zona del reflejo se movilizan dos mecanismos de defensa dentro del cuerpo:
  • Se disuelven los depósitos, la corriente sanguínea  los arastra y a continuación pueden ser eliminados por el sistema urinario. 
  •  Mediante el reflejo nervioso se activa la recirculación sanguínea del órgano correspondiente lo que le proporciona otra vez toda la alimentación que necesita, para un correcto funcionamiento.

Beneficios de la Reflexologia Podal
Con la reflexología se puede tratar cualquier persona – hombres, mujeres, niños, ancianos hasta bebes y embarazadas. El tratamiento activa sobre todo nuestro sistema sanguíneo y lo mantiene flexible. Eso es la base fundamental de una nutrición abundante de todos los tejidos y órganos que nos garantiza a su vez su buen funcionamiento en todas las situaciones de nuestra vida. La reflexología nos facilita una herramienta para combatir el estrés diario al relajar nuestro cuerpo de una forma suave y a la vez muy profundo. Nos ayuda a aliviar cualquier tipo de dolor, desde tensiones musculares como tortícolis, dolores en las articulaciones hasta dolores orgánicos como gastroenteritis. El tratamiento activa nuestra capacidad de autocurarnos y nos reconecta con nuestro cuerpo para sensibilizarnos y escuchar sus necesidades. Es un tratamiento excelente para la prevención de enfermedades y nos proporciona un equilibrio tanto físico, mental y emocional por su actuación en los diferentes planos de nuestro cuerpo, tanto físico como energético.

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